Via Vittorio Emanuele II, originalmente llamada "contrada Ferdinandea", fue proyectada hacia 1838 en previsión de la visita de Fernando I e inaugurada oficialmente en 1847. Esta calle, paralela a Via Lambro, representa un importante eje urbano de Monza, atravesado por el Ponte dei Leoni, obra escultórica de 1842 de Antonio Tantardini. El puente sustituyó al cercano Puente de la Arena, del siglo I d.C., añadiendo un elemento histórico y artístico al paisaje urbano.
Además de su historia arquitectónica y su conexión con el río Lambro, Via Vittorio Emanuele II es un animado centro de vida urbana, enriquecido por boutiques de moda, cafés de moda y acogedores restaurantes. La calle invita a residentes y visitantes por igual a pasear por sus elegantes calles, ofreciendo una experiencia de compras, relax y cultura en el corazón de Monza.
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