El patrimonio artístico e histórico de incalculable valor que se conserva en el Museo y Tesoro del Duomo di Monza es una colección única en el mundo por la rareza y hermosura de las obras y que permite seguir los acontecimientos de la Catedral, que a menudo se entrelazaron con aquellas de las grandes instituciones políticas y religiosas de Italia y de Europa. Expuestos en una estructura subterránea y valorados por la luz, elemento protagonista del museo, conviven obras maestras de la cultura europea, desde la Edad Media y Longobarda, hasta el arte moderno y contemporáneo, articulado en un percurso de más de 1.400 años.
La Torre, ahora parcialmente visible desde el exterior, se remonta al siglo VI y representa una muy rara y valiosa evidencia arquitectónica longobarda bien conservada. Nacida posiblemente como una torre del Palacio de Teodolinda, en el siglo IX se transformó en un campanario y posteriormente fué incorporada en la estructura de la Catedral entre la sacristía y la Capilla de Teodolinda.