Iglesia de San Maurizio y Santa Margherita

El antiguo convento de Santa Margarita, fundado por los Humillados en el siglo XIII, basa, en parte, su fama en la historia de la Monja de Monza, idealizada por Manzoni en Los Novios.

Marianna de Leyva era herede de una familia noble, en ese entonces propietaria del feudo de Monza; a sólo 16 anos, con el nombre de sor Virginia, se volvió monja en el convento de Monza, cuyas murallas serán testigos de la dramática relación sentimental con Gian Paolo Osio, el Egidio manzoniano, terminada en 1608 con la condena a muerte de Osio y la reclusión de la monja Virginia.

La Iglesia tal como hoy fue edificada en 1736; la fachada en ladrillo está avivada por el portal de mármol, mientras el interior de la Iglesia, de única nave, fue ricamente pintado con fresco, poco tiempo más tarde, por Carlos Innocenzo Carloni, artista de fama internacional, estimado por sus obras en Austria, Alemania y República Checa, que realizó en estas paredes y en la cercana Catedral de Monza un ciclo pictórico de gusto muy refinado.

A partir del final del siglo XIX se le asocia también el nombre de la cercana Iglesia de San Mauricio, demolida por el ampliamiento de la Via Vittorio Emanuele II.